...tequieroteodio...
Me había olvidado de esta canción... Me gusta especialmente desde que la oí por primera vez. Grande es Luis Ramiro.
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Yo espero que me invites a tu boda
y que te escapes al baño a la hora esa en que el novio
y los padrinos se abrazan diciéndose “adiós”,
y si alguien nos encuentra diremos “que no”,
y yo me daré cuenta de que el amor es un fraude
y el mundo es tan grande, cariño, que no cabe en tu sujetador.
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Yo, que ayer quise ser ángel y hoy me he vuelto un demonio,
he descubierto que del amor al odio sólo hay un paso de cebra,
ten cuidado que no pase un camión.
Y tú, que me escondiste el cielo bajo la alfombra,
ya no le metes mano a mi sombra
y yo duermo siempre en camas separadas con mi corazón.
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Cada vez que respiro se te hincha un pulmón
y yo me escondo en los cuadros de tu habitación,
cada vez que me muero nos entierran a los dos,
y si te das por vencida escucha el estribillo que da nombre a esta canción:
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Que importa perder o ganar o reír o llorar
si al final me paso el invierno esperando que vuelvas,
no sé bien si besar o matar o quemarnos vivos en el sofá, tequieroteodiotequieroteodiotequieroteodiotequieroteodiotequiero.
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Explotaron las bolas de cristal y al futuro se lo olvidó andar,
y no te has enterado que esta vida no se puede rebobinar,
Cuántos cuellos se han roto al mirar atrás,
cuánta ropa tendida cayó al mar,
y tú en el aeropuerto preguntando: “¿Salen vuelos a Nunca Jamás?”
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Cada vez que respiro se te hincha un pulmón
y yo me escondo en los cuadros de tu habitación,
cada vez que me muero nos entierran a los dos,
y si te das por vencida escucha el estribillo que da nombre a esta canción:
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Que importa perder o ganar o reír o llorar
si al final me paso el invierno esperando que vuelvas,
no sé bien si besar o matar o quemarnos vivos en el sofá, tequieroteodiotequieroteodiotequieroteodiotequieroteodiotequiero.
