sábado, 22 de septiembre de 2007

Soy capaz de todo...


He pasado mi primera noche en mi casa.
He descubierto que mi almohada es demasiado gorda y que mi casa da mucho miedo.

Primero, no entré en el salón porque estaba demasiado oscuro y la luz demasiado lejos. Decidí irme a mi cuarto a dormir, recorrí el largo pasillo con paso firme, me tumbé en la cama, y me di cuenta de que sólo hay un interruptor al otro lado del cuarto. Me levante, valiente, apagué la luz, y volví a la cama alumbrándome con el móvil.
Y después de esto, cuando, orgullosa de mi por no haber tenido miedo en mi gran hazaña, empezaba a quedarme dormida una luz entro a través de la ventana de mi puerta. Habrán llegado ya... Pero no, no había llegado nadie. La luz se apagó. Habrá sido cosa mía... Y entonces la luz volvío a encenderse, a apagarse, y a volver a encenderse. A partir de ahí mi imaginación me jugó malas pasadas, así que dedicí coger mi gran arma: el móvil.
Me alumbré con el durante un rato, hasta que me di cuenta de lo ridículo de la situación.
En un acto de valentía cerré el móvil, quité la almohada y me dormí.

Y aquí estoy, sin un rasguño. He sobrevivido. Soy toda una heroína.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo!
Eres mi nuevo ejemplo a seguir ;)









xxxooo

W. dijo...

Brava! (me flipa q los italianos tengan masculino, femenino y plural pa esta palabra)

La vida es sobreponerse ante la adversidad y sortear los pequeños obstaculos. Cuando te sientas sola y con miedo canta, que siempre funciona.
un abrazo

Isa dijo...

:-D

Besitos a ambos!!!!